sábado, 11 de diciembre de 2010

México no es un país...

Prometo que lo que estás a punto de leer será diferente, ¡aún mejor y más interesante... voy a intentar transformar tu consciencia!

¿Alguna vez te has preguntado "por qué"?, ¿rechazado las ideas de los demás?, o ¿sentido que nada puedes hacer para remediar lo que hiciste? ¡Oh! ¡Yo sé que sí! Yo sé que sí porque no eres más que una pequeña inútil bolsa de huesos inconforme con lo que ha logrado. Deberías ver tu cara; es la prueba de tu falta de certeza para cambiar las cosas y que solamente eres una persona más entre tantas otras que quizá ni inteligente es y sólo ocupa un lugar más.
     Pero (tiempo) si no quieres escuchar esto acerca de ti, justo éste es el momento para cerrar la página o buscar otra entrada y te aseguro... te aseguro que nadie lo va a notar o pensar que eres débil. Te lo prometo... En cambio, si te quedas por curiosidad, porque te gusta el mal trato o para saber a qué viene todo esto pues ¡felicidades!, eres como todos los demás...
     Ahora bien... ¿crees que tienes mucha suerte porque tienes "amor" y personas que se preocupan por ti? Tú, insignificante bufón sin respeto, ¿en serio crees eso? Yo sé que tu vida parece haber ido bastante bien hasta ahora con algunos lindos recuerdos y otros tal vez más amargos, quizá todavía recuerdas a qué huele o cómo se siente, y sé (porque te he visto alguna vez) que piensas que has sufrido antes de tiempo y que muchas veces es injusto por lo que has pasado. Que eres muy joven para haber estado en esas situaciones, pero por favor sé realista y no te tires a la autocompasión. ¿Quién no ha sufrido y sentido, por breves momentos, aunque sea sólo por breves momentos, que la miseria se apodera de su alma? Y si piensas "yo nunca he sufrido", déjame decirte que estás teniendo una conducta muy pueril y no hay nada peor que que negarse a lo que se supone que eres.
     ¿Qué tal vamos hasta este punto?, ¿bien? ¡Bien!, ¿verdad? Como lo veo esto ha sido un ejercicio catartico que te permite estar en contacto profundo contigo y al mismo tiempo sentir que compartes un trozo de tu vida y experiencias con los demás. ¡Hermoso, ¿cierto?! Justo ahora podría pedirte que reflexiones con lo anterior, pero eso sólo lo hacen quienes tienen el tiempo; en lugar de eso vas a prestar mucha atención a lo siguiente y te vas a relajar. Relajar hasta el punto que te sientas tú. Hasta el punto tener una sensación de paz contigo.
     En perspectiva, nuestra nación, algunas veces se siente de la misma manera. (¡Claro, si pudiera sentir!). Siente que algo dento no funciona y que afuera hay personas criticando. Ha pasado por momentos de crisis y también ha sido partícipe de muchas risas y alegrías, justo como tú. Otras veces quiere rendirse, pero sabe que vale la pena luchar. Merece compañeros mejores y estoy seguro que tiene miedo de volver a perder a alguien más.
     Si lo piensas detenidamente y por más absurdo que pueda parecer, México no es un país. Yo no veo un simple territorio en los mapas. Entonces... ¿qué es, preguntas? Va de nuevo y si aún no logras saber a qué voy voy a explicarlo. México no es un país, es tu familia y siendo así... ¿no serías capaz de defenderla si alguien la insulta?, ¿no te molestaría que alguien le escupiera en la cara a un miembro de tu familia? A mí sí y mucho. ¿Te agradaría que le dijeran fea a tu mamá o idiota a tu papá? (Seguramente alguien ya lo hizo). Es gracioso, hasta cierto punto, que te indignes por la posibilidad, pero es aún más curioso que tú insultes a tu propia sangre. Y déjame decirte que he escuchado personas como tú quejarse y hacer berrinches.
     Además, México aloja varias de las religiones más grandes y pequeñas del mundo. México no es un país, es una oración para los que aún tienen fe y saben que tiempos mejores vendrán con ayuda de los corazones cerca de las personas y las plegarias apuntando hacia un mejor lugar. México no es un país, es el patio de una gran escuela en donde los niños y niñas juegan como tú jugabas antes de que pensaras o te dijeran que es un peligro.
     Que el gobierno apesta, que hay guerras y, por ende, muchas "bajas" diariamente, pues sí, parece que eso también es verdad. Eso... eso no es un país, es la muerte. Es un halo intermitente de lágrimas y penurias que sofocan a la vida y que generan rencores y odio, desagrado y sed de venganza. Son ríos de sangre que recorren a todo el país, desde Baja California hasta Quintana Roo, y lagos de sollozos y dolor que poco a poco secan lo que queda de bondad en algunas personas.
     ¡Ah...!, pero no niegues que toda esa pena te causa dicha, así es: dicha. De nuevo te hace sentir la suerte que tienes de seguir con vida, ¿cierto? Tienes suerte de poder agradecer a quien tengas que agradecerle por otro día que puedes reír junto a quienes quieres, abrazar a quienes casi no ves, besar tanto como puedas, comer y compar impulsiva y compulsivamente si te da la gana y hasta tener sexo si quieres que así sea. Todo eso te hace sentir que aún vives y que todavía tienes una oportunidad.
     Y lo repito, México no es un país, sino sus costumbres y lo que pienses de eso. Tantos colores que en otros lugares serían incoherentes; colores tan bellos y variados de los que podrías escribir miles de poemas si quisieras hacerlo o cantar miles de canciones. Tantos sonidos que armonizan perfectamente y que en otros lugares parecería simplemente ruido. Son las estrellas que no se ven por la contaminación, pero que te sorprenden cuando estás en la provincia. Es el llanto de un recién nacido que promete hacer algo por seguir siendo alegre y despreocupado en un lugar donde parece ya no existir la definición de esas palabras.
     México no es un país, son las batallas ganadas que tenemos sobre otras naciones. El orgullo y la espontaneidad que nos caracteriza. México no es un país, sino todo lo demás (pero tú decides)... En fin, creo que ya es demasiado tarde para decir "y para no hacer esto tan largo...", pero entonces: ¿qué es México?... ¿qué es lo que quieres ser? ¿Cómo vas a demostrar que tienes suerte?